Los fotoperiodistas Anna Surinyach y Juan Carlos Tomasi han reclamado “respeto a la dignidad de los retratados” al documentar desastres y conflictos, dentro del XXIII Congreso de Periodismo. Los dos fotógrafos tienen una larga trayectoria tratando temas como guerras, migraciones y hambrunas, y han incidido en cómo las fotografías pueden suscitar preguntas y cambiar estereotipos en la mesa de debate “Los retos del fotoperiodismo en el mundo actual” de este jueves, 24 de marzo.
La moderadora de la mesa, Marta Arias, cofundadora de la revista de periodismo narrativo 5W, ha señalado cómo estos dos profesionales ya protagonizaron el libro de conversaciones intergeneracionales “El compromiso de la fotografía” dando una visión de su trabajo, que han comenzado resumiendo en esta conversación.
Juan Carlos Tomasi, que lleva 27 años trabajando para Médicos Sin Fronteras, ha señalado la diferencia entre fotografía e imagen, resaltando que la segunda “puede ser grande por el momento oportuno, pero solo es un instante”. Por el contrario, una fotografía “ha de tener una tesis, detrás va toda una vida. Hay pasión, trabajo lectura… hay una forma de entender el mundo”.
De la misma manera, Anna Surinyach, reportera freelance y editora gráfica de 5W, ha coincidido en que “la tecnología permite ahora a todos tomar buenas imágenes, el buen fotoperiodista sabe contar una historia” y que, en la actualidad, “nunca va a ser el primero en llegar, pero sí en hacer ver la parte oculta”. “Las buenas imágenes no te van a contar la guerra de Ucrania, pero te pueden generar mil preguntas”, ha agregado.
«Dejar de ser fotoperiodista y ser persona»
Con la mirada puesta en su trayectoria profesional, Anna Surinyach ha señalado también que Juan Carlos Tomasi le dio sus primeras lecciones profesionales: “La primera, ya en el aeropuerto, viajar con equipaje de mano, y luego ya, la más importante, mirar a los ojos de quien vas a fotografiar”. “Es una de las frases que siempre recuerdo cuando trabajo en emergencias”, ha explicado.
El propio Tomasi ha subrayado la importancia de “dar el respeto y dignidad que corresponde a quien te está dando una parte de su que ha resumido vida”, y ha reconocido que el código ético de Médicos Sin Fronteras exige el permiso expreso del retratado para recalcar que, a la hora de plantearse una toma, “tienes que dejar de ser fotoperiodista y tienes que ser persona”.
La conversación ha ahondado en este reto con el planteamiento de cómo los ponentes han tratado de contar en imágenes el hambre y las migraciones. Tomasi ha mostrado una fotografía de un padre llevando en brazos a su hijo como “reflejo de la condición humana para salir adelante” frente a las imágenes clásicas de la desnutrición. Surinyach ha contado cómo retrató a un grupo de inmigrantes sin papeles ayudando a una conductora a cambiar la rueda del coche para mostrarlos como “parte activa de la sociedad” y destacar cómo una foto con contexto “ayuda a cambiar concepciones y prejuicios hacia un colectivo”.
En la conclusión, los dos fotoperiodistas han apuntado que el profesional debe “fijar sus límites éticos” y han criticado el uso sensacionalista de las imágenes que pueden hacer los medios de comunicación, influenciados por las redes sociales y la rapidez con la que se genera nuevo contenido.
El XXIII Congreso de Periodismo está organizado por la Asociación de Periodistas de Aragón y cuenta con el patrocinio del Ayuntamiento de Huesca, la Diputación Provincial de Huesca, el Gobierno de Aragón y Telefónica.